miércoles, 10 de abril de 2013

"el hombre puede parecerse a un animal como el caballo?"



Bueno una amiga, me escribió, pidiéndome ayuda, para un trabajo escolar, y escribió algo así :"tengo que hacer un trabajo para tiempo de reflexión sobre los caballos, comparándolos con el hombre..."
a lo primero, no entendí cual era la intención de la tarea, pero en cuanto nos pusimos a estudiar esa relación, DIOS empezó a tratar mucho mi corazón.
Me gustaría compartirles lo que Él hablo conmigo, y fue mas o menos eso...

Para introducirnos en el tema, vamos a analizar el caballo como animal. El caballo si bien es un mamífero de la familia de los equinos,  podemos ver muchas cosas interesantes. El caballo es un animal salvaje en su naturaleza, estos animales llaman la atención por la combinación de tamaño, fuerza y velocidad, los cuales los hacen muy útiles en tareas como, trabajo, deporte, y muchos otros. 

Este animal, como empezamos en la descripción, es salvaje por lo tanto no nace con un conocimiento de lo que puede o no hacer, solo hace, por instinto, por mas que nazca entre personas y otros caballos domesticados, no se copia del comportamiento de los demás caballos, ellos nacen con un sentimiento de libertad dentro, pero siempre se sienten encerrados, con su fuerza se creen incontenibles, sin limites,  dueños de su voluntad. Gracias a todo esto, no respetan autoridad, no respetan limites y tu me podrás decir que es un simple animal, pero DIOS creó los animales, todos ellos con un propósito, y los puso bajo el dominio de Adán, por lo tanto puede ser domesticado.
De forma reducida, podemos llegar a la conclusión de que el caballo no tiene dirección, no vive con propósito, solo existe.


Cuando hablamos de la doma, no es de algo sencillo o corto, esta  no se realiza de cualquier forma, profesionales en el área , cuentan y especifican que según raza o tipo de caballo tiene una edad para empezar el proceso de la doma, perciben la madurez de cada caballo según el crecimiento de sus dientes, luego de alcanzado esta edad o tiempo, no es de un día para el otro que se consigue la doma. Es un proceso, delicado que lleva tiempo, el caballo se lastima, lleva tiempo curarlo, se vuelve a intentar, se empieza a generar hábitos uno tras otro hasta llegar a la doma completa, donde antes no se dejaba agarrar y mucho menos montar y sin dirección  aparece la obediencia con precisión en milésimas de segundos, en respuesta a un comando de la persona que lo guía. Y es ahí cuando el caballo cumple el propósito por el cual fue creado, viviendo bajo cuidado y bienestar.


Para que conté todo esto? pensarás tu, y la verdad es que si nos detenemos a pensar un poco el hombre como ser humano se comporta muy similar, repasen conmigo, muchas veces nosotros antes de conocer quien es DIOS, y reconocerlo y aceptar a Jesús. No tomamos la misma postura?
El hombre cuando llega al mundo, por más que nazca en una familia cristiana, si no tiene un encuentro personal con DIOS, hasta puede copiar actitudes, pero en su corazón siempre resaltará esa rebeldía, un corazón confiado en sí mismo, por su fuerza o virtudes, piensa que todo lo puede, que no tiene limites, que es dueño de sí y puede hacer todo lo que él quiera, hasta muchas veces lo hacemos y nos lastimamos. Cargamos con nosotros deseos pecaminosos desde nuestro nacer, crecimos con esa maldad dentro de nuestros corazones. Esos deseos pueden variar, puede ser envidia, egoísmo, inmoralidad sexual, gula, lujuria, mente perversa, o muchos otros. Pero por mas libres que nos queramos sentir, estamos encerrados, presos, esclavos de practicas o pecados que no nos dejan vivir, solo existimos, sin dirección sin ir a donde ir.
Pero como los caballos, fuimos creados con un propósito, y créeme que mucho mayor, ya no solo para ser domados por hombres, sino por el mismo Creador. 
Cuando conocemos a nuestro creador TODO cambia, Él empieza con un proceso en nuestras vidas, que lleva tiempo, y solo Él sabe cuando empezarlo y cuando lo terminará, ya que ÉL es el dueño del tiempo. En este proceso al igual que nuestro amigo equino, tropezamos, nos lastimamos tercamente, caemos nos levantan, nos curan y continúan con nosotros. Gracias a ese Domador que es Él mejor domador de la historia, conseguimos a medida que crecemos y aprendemos, sentirnos libres, sentimos que cumplimos con aquello a lo que fuimos llamados, ese vacío, esa cárcel desaparece y en su lugar nos invade el AMOR DE DIOS el cual echa fuera todo temor y nos libera de nuestras propias ataduras. Y para terminar vivimos bajos su cuidado y protección, guiados por ÉL, para ÉL y hacia ÉL. ESO ES VIDA.
Dejemos que ÉL nos dome.


Tú que estás leyendo estas lineas,tal vez te encuentras en algún lugar de ese proceso, tal vez; aun no conoces ese creador del que hablo y te gustaría conocerlo, pues en otro de mis textos se encuentra uno llamado, "oración de fe" ahí explico como puedes hacer parte de esta familia de equinos del Señor, en la cual vivirás todo lo que compartí anteriormente. O también puedes estar en el medio del proceso, desanimado por alguna caída  en tiempo de restauración, aprendiendo nuevos hábitos. En donde sea que estés recuerda; Él planeo esto perfecto, a fin de darte un futuro y una esperanza. (
 Jeremías 29:11 ) Y por último y termino, ÉL Terminara lo que en ti empezó. (Filipenses 1:6)